Existen
pocos datos acerca de la infancia de Ludwig Van Beethoven, nacido en Bonn en
1770. Al parecer, su padre le enseñó violín y piano. No obstante, su verdadero
primer maestro fue el organista Christian Neefe, que utilizó para sus
enseñanzas el Clave bien temperado de
Johann Bach. Viajó a Viena donde asistió a las clases de Mozart y completó su
formación.
Beethoven tiene diferentes etapas y periodos:
Primer periodo creativo: el clasicismo
F
Este
primer periodo llega hasta 1803. En él figuran obras basadas en el lenguaje
clásico de Haydn y Mozart y algunas experimentales realizadas entre 1800 y
1802. El reconocimiento de la sociedad musical vienesa le llegó pronto.
En este
periodo compuso la Primera Sinfonía,
y aunque no se sabe con exactitud cuándo terminó de componerla, se sabe que los
esbozos del último movimiento se realizaron en 1795. Su necesidad de romper
moldes desde el inicio no hizo disminuir la recepción entusiasta que la obra
tubo por parte del público y de la crítica que destacó su nivel artístico, su
novedad y su densidad emotiva.
De esta
época son algunas de sus sonatas para piano, el Concierto para piano Nº 2 y la mencionada Primera Sinfonía:
El romanticismo incipiente
F
Este periodo arranca en 1803 y se cierra con la crisis de 1812. La primera declaración clara de su sordera se produjo en 1801. Esto es importante por el modo en que influyó en su carácter y en su carrera como concertista: se volvió huraño, dejó de relacionarse socialmente y evita a toda costa tocar el piano. En esta época sus obras hacen gala de una gran fantasía y en ellas aparece una gran cantidad de ideas extramusicales. Las sinfonías Segunda y Tercera (1803/1805); La música, lenguaje universal; La Quinta sinfonía; La Sexta Sinfonía y Las sinfonías Séptima y Octava (1813) pertenecen a esta etapa.
Este periodo arranca en 1803 y se cierra con la crisis de 1812. La primera declaración clara de su sordera se produjo en 1801. Esto es importante por el modo en que influyó en su carácter y en su carrera como concertista: se volvió huraño, dejó de relacionarse socialmente y evita a toda costa tocar el piano. En esta época sus obras hacen gala de una gran fantasía y en ellas aparece una gran cantidad de ideas extramusicales. Las sinfonías Segunda y Tercera (1803/1805); La música, lenguaje universal; La Quinta sinfonía; La Sexta Sinfonía y Las sinfonías Séptima y Octava (1813) pertenecen a esta etapa.
Segunda sinfonia
Séptima sinfonia
El pleno romanticismo
F
Esta
etapa comienza con las obras de circunstancias de 1813 y 1814 y se cierra con
unas obras de síntesis que, en general, emplean grandes formatos. El inicio se
caracteriza por la llamativa disminución de su actividad productiva debido a,
entre otras, el empeoramiento de su sordera. A partir de 1818 solamente se
comunicaba por escrito.
Otro
aspecto le condujo también a un retraimiento musical y personal importante:
tras el fin de la guerra, el gusto musical en Viena cambió ostensiblemente y si
bien Beethoven siguió siendo un personaje conocido y respetado en aquella
ciudad, sus obras no se interpretaban. Hammerklavier,
la Missa solemnis, Variaciones sobre
un vals y la Novena Sinfonía
pertenecen a esta etapa.
Variaciones de un vals
Variaciones de un vals
Missa solemnis
Su obra
fue un modelo estilístico para la generación de Brahms y Wagner. Este último
vio en él al primer compositor capaz de dar a cada obra su sello propio e
inconfundible, factor que se convertiría, en el futuro, en elemento primordial
de valoración musical; la pasión de Wagner sintió y expresó por la música de
Beethoven a su difusión a finales del s XIX y principio del XIX.
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