Concierto
música medieval en la Catedral de Santiago de Compostela.
Hoy ha salido una
noticia que he querido relacionar con el tiempo histórico musical que estamos abordando
en clase, la música medieval. Ha sido la celebración ayer, coincidiendo con el Día de la Música, de un concierto con
réplicas de instrumentos del Pórtico de la Gloria, cinco de ellas elaboradas en
el Centro de Artesanía e Deseño (CENTRAD). Bajo la dirección de Carlos Núñez y
Jordi Savall, la Orquesta del Pórtico de la Gloria ofreció en la Catedral un
concierto de música medieval vinculada con el culto a Santiago y sus caminos de
peregrinación, espacios de intercambio cultural.
Fachada Pórtico de
la Gloria con el Organistrum
El concierto
comenzó con el sonido de la gaita y el organistrum, el instrumento que preside
el pórtico de la Gloria, interpretando música del Códice Calixtino. Una
metáfora para incidir en la conexión que existe en Galicia entre las músicas
culta y tradicional para abrir el concierto en el que los instrumentos
presentes en la obra del maestro Mateo sonaban por segunda vez en la historia
todos juntos.
Un público
entregado llenó el aforo de la basílica jacobea, donde tuvo lugar el broche de
oro del programa conmemorativo del 30 aniversario de la declaración del Camino
de Santiago como primer Itinerario Cultural por la Unesco, y que en las últimas
semanas ha llenado la ciudad de actividades.
Lo más llamativo
del concierto fue el uso de instrumentos réplicas de los representados en el Pórtico
de la Gloria, cinco especialmente cedidos por la Diputación de Lugo fueron
elaborados en el taller que impartió el luthier Christian Rault en el CENTRAD.
Se trata de dos gigas y una rota, presentes en la iconografía escultórica de la
Catedral de Santiago, y un olifante y una viola, réplicas del Rey David. Aquí
os dejo las imágenes de algunos de esos instrumentos durante el concierto.
Hoy 22 de noviembre conmemoramos el día de Santa Cecilia, patrona de los músicos. Es
un día de celebración para todos los que amamos y practicamos la música. Se suelen
programar conciertos en las Escuelas y Conservatorios.
Pero, ¿quién fue Cecilia
de Roma?
(Roma,
232) Virgen, santa y mártir romana. A pesar de ser una de las santas más
populares de todos los tiempos, es muy poco lo que se conoce sobre ella. Se
cree que nació en Roma, en el seno de una ilustre familia, y que fue casada
contra su voluntad con un joven pagano llamado Valerio.
Cecilia
logró que su marido respetara su virginidad y se convirtiera al cristianismo.
Valerio fue bautizado por el papa Urbano, y, junto con su hermano Tiburcio,
también convertido, sepultaron a los mártires de la persecución de Turco
Almaquio. Denunciados por esta práctica, ambos hermanos fueron decapitados.
Cecilia fue también
denunciada y condenada a ser arrojada al fuego de las termas de su propia casa,
pero salió ilesa. Turco Almaquio ordenó que fuese degollada. Cecilia, herida
tres veces con el hacha, expiró tras tres días de agonía. Según una frase del
acta de su martirio, cantó durante el tormento.
De ahí que en
algunas obras de arte se la represente ya cadáver con un tajo en su cuello,
como en la escultura en mármol de Stéfano Maderno (1576-1636), que se encuentra
en la iglesia de Santa Cecilia en Roma, donde supuestamente reposan sus restos.
El papa Urbano,
ayudado por sus diáconos, enterró a la mártir y consagró su casa como basílica.
Finalmente 1594, el
papa Gregorio XIII la nombró patrona de los todos los músicos, y desde entonces
todos los 22 de noviembre se celebra el día de la música.
Una vez conocida su
historia, ¿por
qué es la patrona de los músicos?, ¿qué instrumentos sabía tocar santa Cecilia?
Algunos piensan que
se relaciona a Sta. Cecilia con la música porque se dice que cuando se casó por
deseo de su padre (a pesar de haber decidido ofrecerse al Señor), mientras los
músicos tocaban, la santa cantaba a Dios en su corazón.
El Papa que la
nombró patrona en 1594 Gregorio XIII, dijo que había “demostrado una atracción
irresistible hacia los acordes melodiosos de los instrumentos. Su espíritu
sensible y apasionado por este arte convirtió así su nombre en símbolo de la
música”.
Pero el director de
orquesta venezolano y profesor de Historia de la Música Jesús Ignacio Pérez-Perazzo
defiende lo siguiente:
En primer lugar,
“el hecho más probable para que se le relacione con la música es que desde muy
joven, y de acuerdo con las costumbres y tradiciones de las familias patricias
romanas, Cecilia debió iniciarse y tocar algún instrumento musical,
probablemente la lira, la cítara o algún tipo de arpa de las utilizadas por las
damas de la sociedad romana”.
Y a esto le añade
que en las citadas ‘Actas del martirio’ está escrito ‘Candéntibus órganis
Cæcilia Dómino decantábat dicens…’, lo que quiere decir: ‘Mientras estaba el
horno al rojo vivo (las termas de su casa donde intentaron asfixiarla), Cecilia
cantaba al Señor diciendo…’.
La tesis de
Pérez-Perazzo es que en algún momento la persona que realizó la trascripción
“tradujo la palabra ‘órgano’ –que por aquel entonces, en el siglo III, se
empleaba para referirse a una especie de fuelle, herramienta o utensilio para
hacer insuflar algo, por el neologismo que nombra al instrumento musical actual
que derivó del ‘hydraulis’ utilizado por los romanos para animar las
festividades del circo romano”.
De ahí los
numerosos cuadros que la muestran tocando el órgano. No obstante, existen otras
representaciones en las que aparece con otros instrumentos.
Como podemos ver, las teorías sobre los motivos por los que Cecilia acabó siendo la patrona de la música resultan variadas y dispares.
En cualquier caso, el 22 de noviembre, los músicos seguiremos celebrando el día de la música.
Estos días en clase estamos tratando el tema de la música de la
Edad Media, concretamente el Canto Gregoriano. Este estaba caracterizado por
ser una música con finalidad religiosa, monódica, cantada en latín con un ritmo
libre. Tenía un ámbito melódico reducido y además se desplazaban por grados
conjuntos. El canto gregoriano era cantado a capella y estaba interpretado solo
por hombres, aunque como vamos a ver, también hubo mujeres que lo cantaron, que
compusieron obras y que destacaron como es el caso de Hildegard von Bingen.
Hildegard von Bingen nacida en una familia noble alemana en 1098,
fue una polifacética abadesa, física, filósofa, naturalista, compositora, poetisa
y lingüista del medievo. Sus padres eran muy creyentes y la entregaron a la
Iglesia como un diezmo cuando ella tenía ocho años.
Siendo ya abadesa, afirmaba haber tenido visiones a una edad muy
temprana, que continuaron a lo largo de su vida. De hecho, la mayoría de las
obras de Hildegard von Bingen se presentan en forma de visiones. Estas visiones
hicieron que se la tratara como una persona en conexión con lo divino, lo que
explica en parte cómo fue capaz de deshacerse de las restricciones de la
iglesia medieval con las mujeres predicadoras y dedicarse a la filosofía y a la
ciencia. Fue la primera y única mujer en siglos autorizada por la Iglesia a
predicar, cosa que hizo en numerosas giras por pueblos y templos de Alemania.
Las obras científicas de Hildegard, a diferencia de sus otros
escritos presentados en forma de visiones, no se describen como profecías.
Hildegard escribió Physica, un texto
sobre las ciencias naturales, así como el tratado médico Causae et Curae. En ambos textos, describe el mundo natural y
muestra un particular interés en las propiedades curativas de las plantas, los
animales y las rocas.
Además, Hildegard escribió textos teológicos, botánicos y
medicinales, así como cartas y poemas.
Hildegard no sólo se dedicó a escribir, sino que además era una
compositora consumada de música gregoriana y escribió setenta y siete canciones
aproximadamente, y una ópera, Ordo Virtutum, por la cual se ha dicho que la
compositora fue más allá de las normas de la música medieval otorgándole un
nuevo lenguaje.
La mayor parte de sus canciones son cantos de alabanza a la Virgen
María, a la Trinidad o a los santos locales. Sus obras varían, desde himnos
silábicos y secuencias hasta responsorios altamente melismáticos. Lo más
asombroso es el carácter sumamente individual de las melodías de Hildegard.
Muchas superan en una cuarta o una quinta el ámbito de una octava y en ellas la
música es tan importante como la poesía. Utiliza reiteradamente un pequeño
repertorio de figuras melódicas en constante variación. Entre sus creaciones
más conocidas se encuentra el ciclo de canciones de la “Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestiales”.
A la edad de ochenta años llegó la que fue tal vez su peor
experiencia: un conflicto con las autoridades eclesiales. La abadesa había
permitido la sepultura de un noble excomulgado en el cementerio de Rupertsberg.
El hombre, poco antes de morir, se había reconciliado con la Iglesia, acción
que escapó al conocimiento del alto clero. Hildegard se negó a cumplir la orden
episcopal de exhumar el cadáver y alejarlo de tierra consagrada, alegando la
final reconciliación del fallecido con Dios.
Pasaron meses de amenazas y prohibiciones contra su comunidad
intentando hacerla ceder. Finalmente, casi un año después, el arzobispo, al conocer
los detalles, levantó los castigos. Fue la postrera victoria de una mujer
excepcional en una época difícil. Fallecería pocos meses después, el 17 de
septiembre de 1179.
Tras tres años de
trabajo, una cuidada adaptación, realizada por David Serrano, también director
del montaje, y un afinado elenco, el jueves 5 de octubre se estrenaba en Madrid
el musical Billy Elliot.
Pero, ¿qué es un
musical? Existen diferentes definiciones o aclaraciones sobre este género, así
algunos dicen que el musical es una forma de teatro. Es el arte de contar
historias, y en él la interpretación se combina con la música, la canción y el
baile que se empezó a representar en grandes escenarios, como los teatros de West
End (Londres) o en Broadway (Nueva York). Es un género teatral o
cinematográfico típico de la cultura anglosajona.
Los musicales son
un género de artes escénicas en que la trama se representa a través de
canciones y bailes la mayor parte del tiempo. Normalmente las canciones
interpretadas en estas obras musicales son creadas específicamente para el
espectáculo, con una letra relevante para la historia que se narra.
Su origen se
encuentra en varias fuentes teatrales europeas del siglo XIX, conocidas como
opereta, ópera cómica, comedia musical o vaudeville francés. Eran espectáculos
de variedades sin unidad dramática que incluía canciones populares, bailarines,
acróbatas y números cómicos. Este tipo de espectáculos siguió con vigencia
durante el siglo XX, especialmente en Estados Unidos.
En los últimos
años, este género se ha puesto muy de moda, no tenemos más que comprobar la
variedad de musicales que existen en Madrid. En cartelera hay espectáculos familiares
y más infantiles como El rey León, La Reina de las Nieves, Tadeo Jones y otros más para otro tipo
de público como El guardaespaldas, Dirty Dancing, La familia Adams.
Uno de ellos es Billy Elliot. Es de destacar que este
espectáculo lleva más de una década de éxito en el West End lon
dinense y varios
años de aplausos en Broadway, por lo que sus expectativas en Madrid son
máximas.
La trama del mismo
es consabida por todos ya que en el año 2000 se estrenaba la película con el
mismo nombre. El musical convierte en espectáculo teatral la emotiva película
inglesa de Stephen Daldry que triunfó entre la crítica y el público. La
historia nos lleva a una ciudad del norte de Inglaterra en plena huelga minera
de la década de los 80. Mientras piquetes y policías se enfrentan, un minero
activista se empeña en que su hijo, Billy, practique boxeo. Un día, el joven
observa una clase de ballet en el gimnasio y descubre su pasión oculta por el
baile. A partir de ese momento, nuestro protagonista deberá enfrentarse a las
circunstancias que le rodean para poder cumplir su gran sueño: convertirse en
bailarín. Su proceso de cambio personal también llevará a cambios en su familia
y hasta en su comunidad.
Billy Elliot, el musical
llega a España por primera vez con la banda sonora original compuesta por Elton
John y la adaptación del director español David Serrano bajo el amparo de la
compañía SOM Produce, responsable de éxitos como Priscilla, Reina del Desierto.
El musical y Cabaret. Un montaje concebido para la diversión de toda la familia.
El papel de Billy
es interpretado por seis niños, alternando su trabajo y presencia en el
escenario: Pablo Bravo (Burgos); Pau Gimeno (Barcelona); Cristian López
(Málaga); Miguel Millán (Gijón); Oscar Pérez (Valencia) y Diego Rey (Jaén).
Todos ellos han recibido formación en las disciplinas de danza clásica, claqué,
acrobacias, canto e interpretación en la “Escuela Billy Elliot” de la mano de 8
profesores que han sacado lo mejor de cada artista.
Respecto al resto
del reparto destacan Natalia Millán en
el papel de la señorita Wilkinson, Carlos Hipólito como el padre de Billy,
Adrián Lastra interpretando a Tony, hermano de Billy y Mamen García como abuela
de Billy.
Según diversas
críticas, además de la música y las luces, si hay algo que destaca, con permiso
del elenco, son los decorados y cómo se juega con ellos, sobre todo la casa de
la familia Elliot, que recuerda a las casas de muñecas con las que jugando
pudieron forjar sus sueños muchos niños como Billy.
Las diferentes
críticas leídas sobre este espectáculo, sin duda lo hacen una propuesta muy
sugerente de ver.
Aquí os dejo un
video promocional sacado de la página oficial del musical.
La
dulzaina de Aureliano Muñoz “El Polilo” y el tambor de Modesto Jiménez ganan el
XXII Premio Europeo de folklore ‘Agapito Marazuela'
El sábado 4 de
noviembre los dulzaineros abulenses Aureliano Muñoz y Modesto Jiménez han sido
galardonados con el XXII Premio Europeo de Folklore 'Agapito Marazuela'. El
jurado ha dado a conocer su fallo este sábado destacando la trayectoria de una
pareja de dulzaineros que ha dedicado su vida a la tradición y a la música
folclórica.
El premio nació en
el año 1995 como iniciativa de La Ronda Segoviana en reconocimiento y a la
memoria del Maestro del Folklore que fue Don Agapito
Marazuela Albornos, fuente de la que
todos los grupos Segovianos -y no segovianos- han bebido de una manera u otra.
En un principio se premió a un único participante de los presentados, y en 1997
se establece la necesidad de dividir el premio en dos: Grupos y colectivos y
personas individuales. Pero en 2005 vuelve a sus orígenes de premiar a un único
participante de los presentados, que es como se encuentra en la actualidad.
Aureliano Muñoz, de 87 años de edad, empezó a tocar con su padre Jesús
cuando cumplió 14 años, interpretando melodías a dos voces
y realizando, como reconocía su hija Blanca Muñoz en 2013 en el acto en el que
su pueblo Santo Domingo de las Posadas le hizo hijo adoptivo, largas jornadas horas
y horas en las festividades de los pueblos: “por la mañana diana, luego el
baile, por la tarde de nueve a doce y luego de una a cuatro de la madrugada, y
al día siguiente más”. Discípulo de Agapito Marazuela, con quien aprendió y
quien le regaló la dulzaina con la que tocó buena parte de su carrera. Polilo
ha sido y es conocido por el mundo de la dulzaina, donde ha acumulado premios
nacionales de jotas castellanas en 1965 y 1966, el de El Espinar en 1973 o en
Medina del Campo en 1974, entre otros, y cuyos trabajos se encuentran recogidos
en la Biblioteca Nacional, en la Biblioteca de Cataluña y en distintas
universidades. Cuando murió su padre, tocó ocasionalmente con Crescencio 'Siete
Almuerzos' y con Francisco Navas de Maello 'El Tío Ojetete'.
Por su parte, Modesto Jiménez, de 79 años de edad, ha
acompañado a varios dulzaineros, entre ellos a Crescencio, de Santa María la
Real de Nieva, y a Salvador de San Esteban de los Patos.
Posteriormente
Aureliano y Modesto comenzaron a tocar juntos de manera estable, reflejando
todo lo aprendido de Agapito Marazuela y otros dulzaineros de la época. Durante
décadas, y según reconoce la propia candidatura al premio, «han contribuido al
enriquecimiento y perpetuación del folklore mediante sus conocimientos
musicales».
Una de las últimas
veces en que tocaron juntos fue el día en que el pueblo en el que ha residido
durante más de 4 décadas, Santo Domingo
de las Posadas, le hizo hijo adoptivo. Aquí dejamos la foto en la que se aprecia
al nieto del Polilo, Aureliano y Modesto antes de tocar esa pieza.