Manuel de Falla y Matheu, compositor pianista español, nació en Cádiz el 23 de noviembre de 1876 y murió en Alta Gracia, Argentina, el 14 de noviembre de 1946. Con él, España volvió a tener un compositor de talla, presencia y prestigio internacionales, algo que no sucedía desde el tiempo de los polifonistas del s XVI.
Su infancia
transcurrió marcada por la fantasía y la creatividad que desbordaba en muchas
de sus actividades, su deseo de ser escritor, sus primeros contactos con la
música, brindados por las enseñanzas de su madre y algunos profesores locales,
y una formación religiosa que manifestaría su importancia en algunos momentos
de su vida. Según Falla, su decisión de convertirse en músico profesional se
produjo a los 17 años, cuando asistió a un concierto en el que se
representaban, entre otras, obras de Edvard Grieg.
La segunda etapa de
su formación se desarrolló en Madrid y se completó con una tercera y
definitiva, en París, que le permitió iniciar su proyección internacional.
Vivió unos años en
París donde adquirió contactos. Después volvió a España, una época más madura
con respecto a lo creativo. Finalmente, una vez acabada la Guerra Civil,
se fue con su madre a Argentina, donde murió.
Su obra es breve y
concisa. Trabajó intensamente pero con gran sentido cítrico y de forma lenta.
Es posible que la fuente principal del genio resida en la tensión entre su
naturaleza casi monacal, y su capacidad de captar la exaltación de la alegría
física y de la desesperación en la música popular, y pintar con sonidos
retratos femeninos tan completos y dispares.
Algunas de sus obras:
Algunas de sus obras:
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