viernes, 30 de marzo de 2018

Johann Sebastian Bach


Estos meses me está resultando imposible elegir un compositor únicamente por mes, con lo que este mes hablaré de alguno más.

Si bien Johann Sebastian Bach es el más conocido de los músicos que llevaron este apellido, la familia Bach, originaria de la región alemana de Turingia, dio compositores de calidad, prestigio y fama a lo largo de siete generaciones entre los ss. XVI y XIX. El linaje se inició con Veit Bach, de origen húngaro, cuyo hijo, Johannes, fue el padre de Christoph y abuelo de Johann Sebastian, que a su vez, fue el padre de 20 hijos, entre ellos cuatro destacados compositores.

Imagen relacionadaJohann Sebastian Bach nació el 21 de marzo de 1685 en Eisenach (Turingia) y murió en Leipzig en 1750. Adquirió una sólida formación teológica y humanística y se formó musicalmente, primero por su padre Johann Ambrosius y después con su hermano Johann Christoph.

Su primer trabajo fue como violinista en Weimar y en 1703 fue nombrado organista de Arnstadt. En 1707 contrajo matrimonio con su prima y accedió al puesto de organista en Mülhausen. Renunció al cargo y se fue a Weimar, donde trabajó al servicio de la corte. En 1717 se trasladó a Cothen, para ocupar el cargo de director de la orquesta del príncipe. En 1723 fue nombrado cantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig. Como parte del cargo debía componer cantatas para las funciones litúrgicas.

Algunos sucesos destacables motivaron la composición de algunas de sus obras más significativas: por un lado, el estreno en 1724 de su Pasión según san Juan, su primera obra de grandes dimensiones, y por otro, la presentación de una solicitud para ser nombrado compositor de la corte de Sajonia. La carta de presentación y obsequio fue su Misa en si menor.


Hacia el final de esta época se detecta un descenso en su actividad compositiva y un aumento de su dedicación a la recopilación y sistematización de su obra anterior; de este modo, en 1742 acabó la segunda parte del Clave bien temperado y concibió el Arte de la fuga.


La calidad y la intensidad de la música de Bach, especialmente la creada para la Iglesia, ha llevado a menudo a considerarla  el máximo ejemplo de expresión musical religiosa. Los puestos de trabajo desempeñados por Bach para la Iglesia luterana determinaron en gran medida que las formas predominantes de su producción musical religiosa fuera el coral y la cantata.

En Weimar, entró en contacto con la música instrumental italiana. De esa época son las cinco Tocata y fuga, forma musical con analogías con el preludio y fuga en su dualidad y en su confrontación entre la libertad de a primer parte y el patrón forma estricto de la segunda.



La música para ámbitos civiles o profana compuesta por Bach puede dividirse en música vocal y música instrumental y, dentro de esta última, para solista, de cámara o para grupos de mayores dimensiones.

Bach gozó de gran consideración por parte de sus coetáneos como intérprete y, sobre todo, como  improvisador. Sin embargo sus composiciones escritas no contaron con especial estima y, tras su muerte, cayeron en el olvido.

El reconocimiento de su genio no se produjo hasta 1829, en que Felix Mendelssohn-Bartholdy interpretó la Pasión según san Mateo. Durante la segunda mitad del s. XIX y las primeras décadas del s. XX se forjó la figura de Bach como la culminación del universo musical del barroco y una de las cimas de la música europea de todos los tiempos.

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